Expositores coincidieron en el principal desafío:
Fortalecimiento del sistema educacional público
Ante más de 400 personas se desarrolló el Seminario “La reforma educacional: desde un Estado subsidiario a un derecho fundamental”, que surgió como una instancia para contribuir al debate en materia educacional, con la presencia de Juan Eduardo García-Huidobro Saavedra, Académico de la Facultad de Educación de la Universidad Alberto Hurtado; Oscar Nail Kröyer, Decano de la Facultad de Educación de la Universidad de Concepción; y Luis Riveros Cornejo, Gran Maestro de la Gran Logia de Chile.
El evento organizado por la Corporación Educacional Masónica de Concepción, COEMCO, y la Academia Laica de Estudios Contemporáneos, ILEC XXI, se realizó el viernes 10 de julio, en el Colegio Concepción, en el marco del convenio entre ambas instituciones, firmado en el mes de Marzo.
Las palabras de bienvenida las brindó el Presidente de la Corporación, Maximiliano Díaz Soto, quien manifestó que la educación es un tema presente en la historia de la Orden Masónica e invitó a los asistentes a “rescatar la responsabilidad social del Estado en la enseñanza. La educación tiene una importancia creciente para el éxito de las personas, de las naciones, de la sociedad y de toda la humanidad”.
En este escenario, agregó que “la educación es un derecho fundamental, no sólo por el valor que significa, sino porque entendemos que es la base para una sociedad más justa, democrática y participativa, y porque la educación se erige como piedra angular en pos de la igualdad y la equidad y como mejora de la sociedad”.
A continuación, Mario Parada Araya, Presidente de la filial Concepción de ILEC XXI, planteó que “la educación de calidad, debe ser una responsabilidad del Estado, garantizada para todos los habitantes de la nación, en todas las edades en que ellos se encuentren. Lo anterior implica concebir la educación como un derecho fundamental, garantizado por el Estado y no como una mercancía. Pensamos que deberíamos reponer el concepto de Estado Docente para que la educación pública recobre la trascendencia y esencia como referente de calidad del sistema educacional público”.
Juan Eduardo García-Huidobro Saavedra
“No creemos en una educación democrática”
El Profesor de Estado en Filosofía, Doctor en Filosofía y en Educación, (Universidad Católica de Lovaina, Bélgica), comenzó sus palabras aclarando que su mirada es como ciudadano, sin ningún tipo de representatividad, tras lo cual efectuó una mirada histórica, abarcando lo que a su juicio son los 3 principales hitos que explican lo que somos:
Ley de Instrucción Primaria Obligatoria (1920), la educación es para todos, no obstante ya se presentaba una deficiencia, pues no era el mismo sistema para todos (escuela primaria y preparatorias); este último aspecto de la segmentación educativa se mejora con la reforma de Frei Montalva (1968), aquí se logra un gran avance en cobertura.
Reforma Educacional (1990), ya no es educación para todos, sino educación de calidad para todos. Desde esa época ha existido un esfuerzo económico muy importante, por ejemplo, entre 1990 y 2010 se multiplicó por 5.5 el gasto por persona: mejoría del salario docente; gran aumento de insumos (textos, computación, tiempo escolar, edificios escolares), ley SEP, entre otros; aumento substancial de oportunidades educativas; comienzan a mejorar los aprendizajes, sin embargo, se produce la mantención de una gran desigualdad y un aumento exponencial de la segregación, que lleva a que Chile tenga el record mundial en esta materia.
Demanda por una misma educación para todos (2006), los estudiantes, conocidos como el movimiento “pingüino” puso en el tapete que ya no es solo educación para todos, sino que la misma educación para todos, la igualdad es el eje de la actual reforma, vinculado a la integración social y la equidad.
El Modelo chileno
El académico de la Facultad de Educación de la Universidad Alberto Hurtado e investigador del Centro de Investigación y Desarrollo de la Educación (CIDE) de la misma universidad, manifestó que “es un modelo creado en dictadura, pero pese al enorme esfuerzo que se ha hecho en estos años, no ha habido un cambio en las reglas del juego, y eso es precisamente lo que se está tratando de hacer ahora, lo que significa cambiar una cultura y concepción de la educación”.
El modelo que existe en Chile es único en el mundo, afirma García Huidobro, agregando que existe un modelo universal, donde el Estado financia a las escuelas, para que los estudiantes vayan a un servicio que es público. Existe una gran variedad; existen países como Francia, donde hay un mapa escolar, donde cada uno debe ir a la escuela más cercana a su domicilio; y en Bélgica y Holanda o donde hay un school coise, donde los padres envían a sus hijos a la escuela que quieren; hay administración pública o mixta, estatal o municipal. Aquí hay dos constantes: es el Estado el que provee educación a los ciudadanos; y el Estado regula la educación y no el mercado.
En el modelo chileno, el Estado financia a los estudiantes para que vayan a la escuela que quieran, con lo que se pasa de un servicio público a uno privado, de un derecho a una mercancía. Al respecto, plantea que se dan 3 supuestos teóricos que está comprobado que no se cumplen, que ya planteaba Milton Friedman en 1981: Las familias escogerían establecimientos según calidad de la educación impartida; La competencia entre establecimientos por atraer un mayor número de alumnos mejoraría el servicio educacional entregado (más matrícula y más asistencia); y Relación familia – escuela: habría mayor involucramiento de familias y respuesta de establecimientos.
Hay otras singularidades: la educación municipal tiene que financiar el derecho a la educación, con los mismos dineros que los privados, no existiendo una preponderancia de la educación pública para cumplir un derecho que está en la Constitución; y la educación con financiamiento compartido, que brinda la posibilidad que se cobre un monto adicional.
Nueva Reforma (2015)
En este escenario, se da la Reforma del actual gobierno, que indica lo siguiente: el diagnóstico muestra desigualdad educacional, segregación y crisis de la educación pública; esto lleva a un cambio de orientación, vale decir, que la educación es un derecho social y ciudadano y, por tanto, responsabilidad del Estado; para ello, se plantean las siguientes medidas: Gratuidad universal, Fin del lucro en sistema educativo, Más cobertura en parvularia, Cambio institucional en educación escolar: fin a selección de estudiantes por escuelas; fin al financiamiento compartido; y desmunicipalización educación pública.
Este es un cambio enorme y difícil, pues hay un peso de la tradición muy importante, nos toca a cada en lo que más queremos que son nuestros hijos. Esta nueva Reforma se busca que avance hacia una educación: más igualitaria e inclusiva, de más calidad, entendida integralmente, que fortalezca la educación pública y asegure para todas las familias la libertad de enseñanza. Reforma que supone un cambio de modo de regulación de la educación chilena.
Por último, el actual candidato al Premio Nacional de Educación 2015 y uno de los tres expertos convocados por el Ministerio de Educación para analizar el proyecto de carrera docente, Juan Eduardo García-Huidobro expresó que las dos promesas centrales de la reforma son: el fortalecimiento de la “educación pública”: en situación de mercado hay coacción moral a las familias a elegir para sus hijos/as “la educación más cara que puedan pagar”. Doble efecto de la educación; y la expansión de la “libertad de enseñanza”, entendida – de acuerdo a la Declaración Universal de Derechos Humanos- como la posibilidad de la familia de elegir la educación de sus hijos. Elegir entre proyectos educativos y no entre precios. Estas condiciones suponen una “cancha igualitaria”: sin lucro, sin selección y sin financiamiento compartido.
Para explicar, en sencillo la Reforma, señaló que existen exigencias institucionales: nuevo modo de regulación (fin al lucro, el financiamiento compartido y la selección), nuevo Sistema Nacional de Educación Pública y gratuidad universal; y exigencias pedagógicas: fortalecer autonomía pedagógica de los establecimientos (profesionalización docente y directivos), nueva política docente (ampliada a particular subvencionado y párvulos) y reforma del Sistema de Aseguramiento de la Calidad.
En su reflexión final planteo que “los chilenos no estamos convencidos de qué es mejor para nosotros como sociedad (como padres o abuelos), no creemos en una educación democrática, lo que no tiene que ver con mayorías o minorías políticas, sino que con el convencimiento ciudadano profundo que es lo que nos falta y es el trabajo más difícil de estas reformas”.
Oscar Nail Kröyer
“Mejorar la escuela es mejorar a los profesores”
El Decano de la Facultad de Educación de la Universidad de Concepción y actual Presidente del Consejo de Decanos de Facultades de Educación del CRUCH, centró su presentación en el proyecto de ley de Carrera Docente, y comenzó afirmando que “lo que hoy se vive en educación es un gran desafío, y el escenario se ve difícil… sumado al hecho que hay muchos interesados en que esto no se logre, porque la política es así. El contexto de los desafíos es bastante sistémico, implica el cambio del sistema escolar, la carrera docente, la formación inicial de los profesores, el cambio de la cultura respecto a lo qué debemos entender por educación y hasta un rol de los padres respecto a qué educación queremos para nuestros hijos”.
El profesor de Filosofía y Psicólogo, Doctor en Educación y en Psicología, afirmó que “es difícil cambiar paradigmas de un día para otro, los profesores se formaban por una capacidad disciplinaria en sus conocimientos, pero hoy al docente se le pide ser asistente social, psicólogo, couch y mediador. Se le pide todo lo que la sociedad no ha resuelto, entonces se requiere un profesional que considere estos aspectos, sumado a la capacidad de obtener altos rendimientos académicos”.
Respecto al contexto de la ley planteó que se sigue con un paradigma de certificación de competencias y/o pruebas externas que den validación a la formación pedagógica, más que un sistema de acompañamiento al desarrollo docente, menos competitivo y más colaborativo donde se incentive el mejoramiento global de las escuelas, su gestión y equipos docentes altamente competente en su conjunto.
“Se sigue pensando que el desarrollo profesional es igual y/o homogéneo en todo el país. Cuestión que no lo es, no se consideran las dificultades de desarrollo profesional en las regiones especialmente en las regiones de más extremo del país. No se consideran aspecto de acceso y calidad del perfeccionamiento docente”.
Debido a lo anterior, Oscar Nail manifestó que “se deben dar saltos cualitativos como país, considerando que nuestra prioridad es la educación, la calidad y los profesores, se deben asumir las consecuencias que esto implica, vale decir, colocar todo nuestro esfuerzo en mejorar la formación de profesores en las intuiciones formadoras que den garantía de calidad, sustentabilidad y gestión, así como terminar con el actual sistema de financiamiento que hace que las instituciones compitan por captar matrícula para poder financiar las carreras”.
Luis Riveros Cornejo
La política pública ha fallado en educación
El Gran Maestro de la Gran Logia de Chile y Presidente de la Académica Laica de Estudios Contemporáneas, ILEC XXI, tiene un vínculo especial con la docencia, profesor de Estado en Historia y Geografía Económica, doctorado en Economía y Master of Arts en la Universidad de California – Berkeley. Magíster en Ciencias con Mención en Economía y Especialización en Desarrollo Económico. Interés y vocación que lo llevaron a ser rector de la Universidad de Chile (1998-2006).
En este contexto, el profesor Riveros compartió su punto de vista, centrado en “la política pública, campo que ha presentado una falla en materia del diseño y las decisiones que se han tomado en materia de educación”. Su discurso lo planteó en cuatro ejes centrales:
No hemos sido capaces de enfrentar este problema adecuadamente, llevamos 25 años de democraciay no hemos sido capaces de cambiar las bases fundamentales de un sistema que fue creado en distintas condiciones políticas y económicas.
Estamos con un sistema que es inequitativo, que segrega, y hace una selección, los estudiantes son clientes, lo que deriva de los años 80. Este criterio se quedó e instaló en nuestra cultura, la clase política y el alma de Chile. Salir de aquí requiere una acción política, una conceptualización distinta, que en los conceptos estuvo muy claro, pero en las acciones no hubo claridad respecto a cómo había que acometerlo, y aquí acuso a la Concertación.
Siempre pensé que cuando se iban a hacer acomodos en la Constitución, uno era terminar con que la educación era responsabilidad de la familia y volver a lo que planteaban las constituciones de 1833 y 1925, donde se decía que la educación era una responsabilidad del Estado, tampoco se cambió eso.
Ahora tenemos un problema, que hoy causa alguna confusión, ha costado avanzar, nunca es tarde, pero estamos bastante atrasados en reformas, que han venido acumulando problemas, y en la actualidad se están pagando las consecuencias.
Visión de la política, en el pasado era de largo plazo, el presidente Montt nunca miró las cosas que hizo, a ver qué pasaba en los próximos 2 años, sino a 10 o 20 años, lo mismo hizo Balmaceda con la reforma al liceo fiscal, al igual que Darío Salas, Pedro Aguirre Cerda o Frei Montalva, pues ellos tenían esa mirada de largo plazo, señalaba un camino.
Hoy se apunta en educación a temas de corto plazo, a ver qué impacto tiene en la próxima encuesta de opinión, o lo que dicen los votantes en la próxima elección, falta esa visión de país, lo mismo ocurre en otras áreas como salud y previsión, que tiene que ver con temas de futuro, en un sentido republicano y trascendente. Creo que la política se ha achicado y cuando eso ocurre, sus decisiones van en la misma línea.
No todo es dinero, pero las reformas requieren financiamiento. La educación chilena recibía un 7% del PIB en 1970, hoy es solo un 4% del PIB. Entonces la discusión debe estar centrada en ver qué vamos a hacer para poner a la educación en el nivel que Chile requiere, lo que se hace con recursos. Formar a un profesional hace 40 años naturalmente no sale lo mismo hoy en día. Falta el compromiso político que debe hacer cualquier gobierno cuando mira la necesidad de una reforma.
Cuáles son los itinerarios, las prioridades, cómo las voy a afrontar y a dónde quiero llegar, además de cómo evaluó la marcha intermedia de estos avances.
Esta reforma la veo desordenada, yo como ciudadano pensé siempre que debió partir por la educación pública, primero porque es el sector más maltratado y rezagado de nuestro sistema. Partimos mal, pues no está diseñado el plan para la desmunicipalizacion de la educación.
No hemos pensado en temas fundamentales, como los antes descritos y la formación de los profesores, tenemos una crisis nacional, en materia de formación docente, por ejemplo que se grafica con carreras con clases sólo los fines de semana o vía on line. Sé que la nueva carrera va en esta dirección, pero no se ha hablado de la oferta.
Antes, los profesores normalistas tenían una vocación por entender que iba un poco más allá del aula, lo mismo que se les pide hoy a los docentes. Siempre he sido partidario de reeditar las escuelas normalistas, aunque sé que es difícil, la idea del propedéutico va en esa dirección. Estimo que es clave, saber seleccionar vocaciones.
Debemos seguir alimentando una gran esperanza, porque esta reforma no puede ser producto de un gobierno o un ministro, tiene que ser algo de país. No saldremos nunca de este hoyo en el que esta en materia de distribución del ingreso, si no mejora la educación, sino rescatamos esa mirada republicana, que amerita la educación vamos a tener reformitas, con mayor o menos éxito, el país está esperando en mensaje sustantivo en esta materia, y hecho de menos también la mirada del profesor en el Ministerio de Educación, no sólo ahora, sino también en periodos anteriores.
El Gran Maestro, Luis Riveros cerró sus palabras, citando al primer ministro británico John Blair, quien planteó que la solución a los problemas del país tienen que ver con 3 cosas: más educación, más educación y más educación”.
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