Alumnos del taller de radioastronomía capacitan a sus pares de Coelemu.
Los estudiantes de ambos colegios mantienen un conjunto de características diferenciadoras respecto del resto. Excelencia académica, desarrollo de habilidades sociales y liderazgo. Se convierten en referentes para sus compañeros.
Que los alumnos del Colegio Santa Teresita de Coelemu se cuestionen si la búsqueda de vida extraterrestre es positiva o negativa para la humanidad parece increíble. Diez alumnos teresianos visitaron a los integrantes del taller de radioastronomía del Colegio Concepción, con el objetivo de recibir su segunda inducción. Primero aprendieron a recoger los datos y ahora deben aprender a interpretarlos.
Todo, en el contexto del programa internacional que lideran los alumnos del Colegio Concepción. SETI es el acrónimo del inglés Search for ExtraTerrestrial Intelligence, o Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre. Existen numerosos proyectos SETI, que tratan de encontrar vida extraterrestre inteligente, ya sea por medio del análisis de señales electromagnéticas capturadas en distintos radiotelescopios, o bien enviando mensajes de distintas naturalezas al espacio con la esperanza de que alguno de ellos sea contestado.
“Emociona ver a los alumnos transfiriendo conocimientos, capacitando a otros en una materia tan específica y para muchos inalcanzable”, manifestó la docente que lidera el taller en el Colegio Concepción, Gisela Corday. Su referente en el colegio teresiano, Paulina Castillo Alarcón, aseguró que una de las motivaciones más importantes es demostrarles a los alumnos in situ que no existen los imposibles cuando esta la intención cierta de hacer.
Los alumnos del taller de Radioastronomía del Colegio Concepción, no solo mantienen su labor como estudiantes, sino también como agentes constructivos de nuestra sociedad, socializando no solo en los colegios de la Corporación los conocimientos y experiencias adquiridas, si no que a la comunidad en su conjunto. Los alumnos del Colegio Santa Teresita se mostraron contentos y agradecidos por intercambiar opiniones y adquirir conocimientos, con los pioneros en Chile.
Angelo Lopez, teresiano de 15 años, aseveró que uno de sus cuestionamientos es el pensar en que tal como nosotros estamos monitoreando y buscando indicios de vida extraterrestre, seguro están otras civilizaciones- extraterrestres, lógico- haciendo lo mismo con nuestra zona espacial y nuestro planeta. Después tres años de participar en el taller de su colegio, López se confiesa absolutamente humanista y destacó que “estas iniciativas despiertan el hambre por saber. No necesariamente me dedicaré a la astronomía cuando entre a la universidad, pero es imprescindible cuestionarse y buscar respuestas”.
La alumna de tercer año medio del Colegio Concepción, Eliana Paredes (16), realizó una invitación a las autoridades manifestando que talleres como este son un aporte a la ciencia, el desarrollo y la inclusión definitiva de Chile a la astronomía, no solo con observatorios de nivel internacional, sino que con profesionales. Aseguró que le interesaría estudiar ingeniería aeroespacial.
El perfil de un integrante del taller de astronomía se repite en ambos colegios. Las profesoras que lideran los equipos de trabajo, coinciden en que: es de un alumno con alto rendimiento académico, documentado y buen lector; con fluido manejo del idioma inglés, destacado rendimiento en matemática y física; observador y analítico, con fuerte orientación al trabajo en equipo tomando posiciones de liderazgo y un alto nivel en el uso de las tecnologías.
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