A pocos días de su llegada a la ciudad suiza de Lausanne para participar del proyecto internacional, Misión Espacial Análoga Asclepios, Nicolás Ortega García (22), exalumno del Colegio Concepción y actual estudiante de 5° año de Ingeniería Civil Aeroespacial en la Universidad de Concepción, comparte su testimonio de cómo comenzó su entusiasmo por la ciencia y el espacio.
Interés que lo llevó, desde una etapa escolar, a participar en las distintas instancias científicas promovidas por la Corporación Educacional Masónica de Concepción (COEMCO) a través del Colegio Concepción, como lo son el Taller de Radioastronomía, en el que fue parte de las investigaciones y análisis de datos en un equipo que incluyó a expertos de la NASA. Así también, el año 2016, a través de la misma instancia viajó, junto a una delegación del establecimiento, a EE.UU. para visitar el Laboratorio de Propulsión a Reacción (JPL, por sus siglas en inglés), para presenciar la llegada de la sonda JUNO al planeta Júpiter.
– ¿Qué recuerdos tienes del colegio?
Del colegio tengo muy buenos recuerdos; siempre sentí una gran cercanía a mí curso, especialmente a mi grupo de amigos, con quienes si bien ya no hablamos tanto como me gustaría, siento que me ayudaron a formarme como persona y se los agradezco. Lo mismo con los profesores, que siempre trataron de incentivarnos, especialmente la profesora Gisela Corday, que con el Taller de Radioastronomía hizo que me adentrara en el mundo espacial de alguna manera, y al profesor Luis González, profesor de Filosofía que me inculcó el pensamiento crítico y me recordó el valor de pensar y de ser personas íntegras.
– ¿Cómo influyó el colegio en tu elección vocacional?
Ya sea de forma fortuita o no, terminé escogiendo esta carrera gracias a la insistencia de Felipe Borcoski, compañero y a quien considero de familia, el que me incentivó a que entrara al Taller de Radioastronomía. Ahí descubrí mi interés por el espacio, por lo que claramente mi experiencia en el colegio me abrió las puertas a esta área. Tuve mucha suerte de las oportunidades que se me dieron en el colegio.
– ¿De qué se trata el proyecto por el que vas al extranjero?
El día 26 de junio emprendí viaje a Lausanne, Suiza, para participar de la Misión Espacial Análoga Asclepios. Una misión espacial análoga es una en la que se simulan los entrenamientos, experimentos y condiciones a los que se verían sometidos astronautas, científicos e ingenieros durante una misión espacial real, pero en la tierra. Viajo porque soy parte del equipo de sistemas, a cargo de los trajes espaciales de la misión y del Rover, pero en realidad iré a participar en el Centro de Control de Misión de Asclepios, que es el equipo encargado de monitorear la misión que durará 10 días, en la que los astronautas análogos tendrán que aislarse en una base que simule una base lunar. Mi rol particular será el de asegurarme que todos los experimentos y procedimientos se lleven a cabo de forma correcta.
– ¿Qué significa para ti este proyecto?
Para mí Asclepios es una oportunidad de ensueño, jamás me habría imaginado estar en un proyecto como este, y menos desde mi casa. El Covid ha sido terrible para todos, pero es inspirador que un grupo de estudiantes de todas partes del mundo esté tratando de cumplir su sueño de avanzar la ciencia espacial aunque sea de la comodidad del hogar.
– ¿Qué representa para ti está experiencia, para tu futuro profesional, que implicancias tiene?
Mis cercanos siempre me molestan diciendo que no me emociono por la oportunidad que tengo, pero muy por el contrario; me consta que esta oportunidad es única, y me sorprende haber llegado a ella solo de curioso y de buscar algo diferente, así que más que nada estoy agradecido por lo que hago y concentrado de hacer mi trabajo de manera profesional. Para mi esta instancia es una manera de probarme a mí mismo que siempre se puede, con el deseo de retribuirle a la sociedad lo que más pueda de todas estas experiencias.
Con respecto a mi futuro profesional, ciento que más que mi formación de e ingeniero, Asclepios me ha obligado a formar mi liderazgo, a aprender a escuchar a la gente y a trabajar en equipo. Me he desempeñado mucho en labores administrativas, y por ello he aprendido la tremenda importancia de ellas en nuestro día a día. Con esta experiencia espero poder más adelante aplicar mi formación aeroespacial para seguir por este bello camino, lleno de gente tan apasionada por lo que hace.
Lo que me gustaría agregar es que en esta aventura participo con mis compañeros de carrera Nicolás Sepúlveda, que viaja a la misión conmigo en esta oportunidad, y a Tatiana López, que es candidata a astronauta análoga para la siguiente versión de la misión, Asclepios II. Con ellos decidimos utilizar esta oportunidad para difundir sobre la ciencia espacial y motivar a la gente a adentrarse a este mundo, a no tenerle miedo a ser diferente y a aprender lo que más puedan, por lo que creamos la cuenta de divulgación científica Misión Atenea en Instagram. Nos encantaría que nos siguieran para enseñarles todo lo que sepamos, conversar con ustedes y ojalá que pasen un buen rato aprendiendo de las maravillas del espacio.
– ¿Que mensaje le daría a los jóvenes ahora tienen que rendir la prueba de ingreso a la educación superior?
Lo que me gustaría es que los estudiantes tengan claro dos cosas: La primera es que más que las notas, la motivación y ser insistente con lo que los apasiona los puede llevar muy lejos, que no dejen que nadie les diga lo contrario si sienten que es lo correcto, y que por lo mismo más que cualquier conocimiento lo que deben tener siempre cerca es gente que los apoye y que esté para ustedes siempre que lo necesiten; motívense a estudiar lo que quieren, que vivir por algo que no les gusta no tiene sentido, sus seres queridos estarán ahí pase lo que pase. Lo otro es que le pierdan el miedo a no saber; el mejor momento para meterse a algo es cuando se tiene 100% ganas y 0 idea de que hacer. Se aprende haciendo, sigan y vean que ocurre.